viernes, 13 de diciembre de 2013

CONCURSO DE POSTALES NAVIDEÑAS INTERGENERACIONALES


El día 22 de Noviembre volvimos a la residencia 3ª edad SAVIA, pero esta vez cargados de emoción y energía,  porque íbamos a realizar postales navideñas con nuestros tutorados-residentes.



Cada estudiante de B.I se emparejó con su residente, asignado anteriormente en la primera visita y debían entre los dos, crear la postal más bonita y creativa para ganar el concurso a la mejor postal.
 

  

Al llegar a nuestra mesa comenzamos a dibujar con Juan y al rato, se unieron dos señoras las cuales nos ayudaron a hacer el mejor dibujo posible. Estuvimos, a la vez, pintando y estableciendo sustanciosas conversaciones donde nos contaban relatos sobre su vida, hijos y alguna que otra broma.


 Estábamos muy motivados e ilusionados, el objetivo no era ganar sino pasar un buen momento con tu tutorado y conversar con él mientras cortabas o pegabas cosas para la postal. Cuando menos nos lo esperábamos se nos acabó el tiempo para dibujar y ahora tocaba llevar nuestros dibujos al concurso. Entre nervios e ilusiones el tiempo pasaba bastante despacio pero, de repente, anunciaron los resultados…
 
                                                     




Nosotros habíamos desarrollado unas postales geniales con muchos colores y dibujos, y fuimos incluidos entre las tres parejas ganadoras, pues se hizo una votación secreta por parte de todos. Al final, fueron felicitadas con un fortísimo aplauso las tres postales ganadoras.



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 A pesar de la desilusión por no haber ganado el concurso, y ante el júbilo por el resultado de los ganadores, antes de volver camino del colegio, nuestra reflexión fue la siguiente:
- Estás personas, en su día a día, les cuesta hacer cualquier actividad, porque por su edad, con sus condiciones físicas y cognitivas, muchas veces, como así nos lo explica la psicóloga, no tienen ganas de intentarlo. Pero, sólamente con que alguien del personal de la residencia, han venido los chicos y chicas del Plantío, parece que se les activen todos los mecanismos y resortes y empiezan a parecer por la sala de trabajo con una sonrisa y con unas ganas tremendas de hablar y trabajar codo con codo con nosotros.
Qué hay de malo en todo esto, pues que nosotros sólo podemos pasar junto a ellos 2 horas cada mes. 
Qué hay de bueno en todo esto,  que esas dos horas son para ellos, posiblemente, parte de lo mejor que les puede pasar durante ese mes.
Y ¿para nosotros? pues una experiencia más y una reflexión más sobre cómo la vida de cualquier persona puede cambiar con tan sólo 120 minutos al mes.


Por Alejandro Rueda Martínez y Miguel Martínez Álvaro
Alumnos de CAS B.I. El Plantío ISV

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